Resumen de funcionalismo y criticismo
1. FUNCIONALISMO Y CRITICISMO COMO ACTITUDES IDEOLÓGICAS
El criterio para definir la dicotomía funcionalismo/criticismo es la reacción ideológica adoptada por el investigador frente a el papel cumplido por los medios de comunicación en un sistema de poder definido. El funcionalismo se pregunta qué tienen que hacer los medios de comunicación para que un sistema de poder cumpla sus fines (sin colocar en tela de juicio dicho sistema); el criticismo se opone a un sistema de control social y, por expansión, critica el papel de los medios de comunicación en él.
El funcionalismo, no obstante, aspira manifestarse como a-ideológico, y suele desarrollar metodologías positivistas y “neutrales”, empero esto solamente se desarrolla cuando acepta el a priori político del sistema donde se inserta, como ocurre en la investigación “burguesa” de la comunicación de masas.
Sea como sea, la Mass Communication Research y la Kritische Theorie no dejan de ser tradiciones de indagación diversas. Es la situación, ejemplificando, de los estudios culturales, escindidos en estudios culturales críticos anglosajones y estudios culturales
Los primeros analizan los medios de comunicación a partir de la visión de los procesos de batalla política; los segundos ven los medios “como aparatos para implantar y conservar una armoniosa incorporación de los valores y significados en la sociedad”.
2. OTRAS DIFERENCIAS GENERALES ENTRE FUNCIONALISMO Y CRITICISMO
Junto a la cuestión importante de la reacción ideológica del teórico o investigador, otras diferencias generales entre funcionalismo y criticismo podrían ser las siguientes:
1) La visión funcionalista es interna: labora dentro de un marco ideológico definido, tratando estipular el papel de la comunicación como pieza de un sistema social con el cual se está de consenso.
2) Dado que labora en un marco de poder predeterminado o proyectado, el funcionalismo suele pensar después sobre la comunicación: se pregunta qué tienen que hacer los medios para que un sistema ideológico cumpla sus fines programáticos. La reacción crítica es más apriorística: suele oponerse de ingreso a un sistema ideológico y, por expansión, al papel de los medios de comunicación en aquel sistema.
3. EL CARÁCTER SECUNDARIO DE LA EPISTEMOLOGÍA Y LA METODOLOGÍA
La clave del funcionalismo y el criticismo es que la praxis formal de la indagación tiene más peso que la visión de indagación.
En esta línea, el funcionalismo no debería identificarse automáticamente con la epistemología y metodologías del empirismo positivista. El pensamiento postmoderno sobre los medios de comunicación, por ejemplo, descansa sobre bases epistemológicas antirrealistas y antipositivistas, empero, al mismo tiempo, no está motivado precisamente por una reacción crítica; al opuesto, se halla en situaciones cerca de un funcionalismo acomodado al orden capitalista.
En el caso del criticismo tampoco puede afirmarse su adscripción a una epistemología o metodología particulares, como la filosofía especulativa o los procedimientos cualitativos.
4. FUNCIONALISMO Y CRITICISMO COMO ACTITUDES UNIVERSALES
Hasta cierto punto, la Teoría de la comunicación contemporánea ha girado sobre los inconvenientes planteados por la comunicación de masas en un mundo capitalista. La Mass Communication Research es un producto de necesidades institucionales estadounidenses, la teoría de la industria cultural de Frankfurt puede entenderse como una meditación sobre la cultura de masas en una sociedad de mercado, y la Economía Política de la Comunicación tiene como inquietud central la propiedad y el control de los medios en sistemas estatal-capitalistas. Sin embargo, se podría prolongar el campo de aplicación del funcionalismo y el criticismo más allá de los sistemas democráticos capitalistas, ya que la sumisión de la teoría y la indagación de la comunicación a una praxis formal sociopolítica parece estar universalmente amplia.
Si esta iniciativa es adecuada, podrían englobarse bajo el rótulo de “funcionalismo” prescripciones sobre la comunicación mediática que no son democrático-capitalistas, como es el caso de las directrices de tipo totalitario. Modelos de comunicación/propaganda como los de Lenin y Hitler ejemplificarían este tipo de prescripciones, ya que en los dos casos se permanecen marcando directrices para que los medios de comunicación funcionen al servicio de una composición de poder social.
5. ¿FUNCIONALISMO Y CRITICISMO MÁS ALLÁ DE LA COMUNICACIÓN MEDIÁTICA?
Sin embargo, y más allá del mundo contemporáneo, la tradición de análisis de la Retórica (con la distinción quizá de aproximaciones filosóficas como la de Aristóteles) puede considerarse asimismo una orientación funcionalista, ya que su objetivo suele ser instrumental: dar de capacidades comunicativas, ejemplificando, a los detentadores o aspirantes al poder, como los políticos y los demagogos.
La situación de la Retórica puede dar por sentado un indicio de que podría ser viable prolongar el punto de vista funcionalista (y quizá además el criticismo) más allá de los parámetros de la indagación y la teoría de la comunicación mediática contemporáneas; especialmente, si consideramos componentes como los vínculos del estructural-funcionalismo con el asunto de la persuasión.
Sencillamente la premisa secundaria de que funcionalismo y criticismo serían reacciones transhistóricas frente a la comunicación social humana generalmente.
6. CONCLUSIONES
Funcionalismo y criticismo suponen reacciones ideológicas universales a partir de las cuales se contempla el papel sociopolítico de los medios de comunicación. Esto implica que las tradiciones mainstream en el análisis de la Teoría de la comunicación han estado basadas históricamente sobre una praxis formal que ha introducido motivaciones políticas en la indagación científica.
Por otro lado, el hecho de que funcionalismo y criticismo se manifiesten por doquier no involucra que todo análisis de la comunicación deba someterse a ellos.
El análisis teórico de los media debe eludir este tipo de reacciones ideológicas; las cuales podrían dar por sentado, sin embargo, uno de los componentes que impiden que la teoría de los medios de comunicación sea una verdadera teoría.
Comentario:
En resumen el funcionalismo se pregunta qué tienen que hacer los medios de comunicación para que un sistema de poder cumpla sus fines (sin situar en tela de juicio dicho sistema); el criticismo se opone a un sistema de control social y, por expansión, critica el papel de los medios de comunicación en él.
Por lo tanto, ambas teorías poseen una gran importancia para los comunicadores, para que sean más objetivos y eficaces.
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